21/02/2021 Domingo 1º de Cuaresma (Mc 1, 12-15)

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se dirigió a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio.

Convertíos y creed en el Evangelio. Así comienza la predicación de Jesús en el Evangelio de Marcos. Con estas mismas palabras inaugurábamos la Cuaresma el pasado miércoles con la imposición de la ceniza. Para todos nos es absolutamente necesario comprender el significado de la palabra Evangelio para poder vivirla.

Evangelio significa Buena Noticia. Llamamos Evangelios a los cuatro libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Pero entendemos mejor la palabra Evangelio cuando decimos que Jesús es el Evangelio, la Buena Noticia de Dios. Él es la explicación más profunda, la clave para entender toda realidad, como dice san Pablo: Todo fue creado por Él y para Él. Todo tiene en Él su consistencia (Col 1, 16-17). Debemos mirarlo y vivirlo todo a la luz del Evangelio de Dios, de Jesús.

Tratemos de imaginar cómo sería nuestra vida creyendo profundamente en el Evangelio de Dios. Se parecería a la vida del niño que vive seguro y tranquilo en su dependencia absoluta de papá y de mamá. Dejaríamos de ir por la vida como las tortugas que se mueven con tanta pesadez y con tantos miedos. Por eso debemos tratar de ser como esponjas; debemos sumergirnos constantemente en el Evangelio-libro para acabar empapados del Evangelio-Jesús. Así es cómo recibiremos la vida en abundancia que Él quiere que disfrutemos.

Convertíos y creed en el Evangelio. Jesús predica la conversión y no se centra en nuestra conducta, sino en la misericordia y la ternura de Dios. Antes el Evangelio que la moral; antes la acción de Dios que la nuestra. Para Jesús, la conversión no consiste en empeñarme en ser santo, sino en acoger el Evangelio que el ángel de Belén anunció a los pastores: Os anuncio una gran noticia que lo será para todo el mundo: os ha nacido un salvador, que es Cristo Señor.

    0