21/08/2022 San Luis Gonzaga (Mt 7, 6; 12-14)

No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos.

¿En qué piensa Jesús cuando habla de lo santo y de las perlas? En el Evangelio. ¿Y cuando habla de perros y puercos? En quienes lo rechazan. Jesús no es fundamentalista. Lo suyo no es imponer, sino proponer; se marcha de donde no es aceptado. Sabe que Dios tiene mil maneras de salvar y no exige que todos sigamos el mismo camino. Esto nos dice, por ejemplo, que no todo lo que vivimos, por hermoso y extraordinario que sea, es para ser publicado a los cuatro vientos. Puede decirnos también que deberíamos evitar promover manifestaciones religiosas de tiempos pasados en nuestra secularizada sociedad.

Entrad por la puerta estrecha; porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella.

Cuando nos inclinamos hacia lo más fácil y lo más cómodo, no seguimos nuestro camino, el camino del Señor, el camino de la cruz. Quien no tiene espíritu de sacrificio y de renuncia vive dominado por su ego. De todos modos, cuando no aprendemos la ciencia del sacrificio y la renuncia por las buenas, la aprendemos por las malas.

Dice san Juan de la Cruz: Procure siempre inclinarse no a lo más fácil, sino a lo más dificultoso; no a lo más, sino a lo menos; no a lo que es querer algo, sino a no querer nada; no andar buscando lo mejor de las cosas temporales, sino lo peor, y desear entrar en toda desnudez y vacío y pobreza por Cristo de todo cuanto hay en el mundo.

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