26/04/2024 San Isidoro (Jn 14, 1-6)

Que no tiemble vuestro corazón. Creed en Dios y creed también en mí.

Durante la cena, Jesús les ha lavado los pies. Luego les ha anunciado que uno de ellos le va a traicionar, y que incluso Pedro le va a negar; y se despide dejándoles como testamento su nuevo mandamiento. En la sala de la última cena se respira tristeza y desolación. Jesús trata de reanimar a sus amigos: Que no tiemble vuestro corazón. Creed en Dios y creed también en mí.

La fe-confianza lo es todo. El Papa Francisco hace suyas estas palabras de santa Teresita: La confianza, y nada más que la confianza, puede conducirnos al Amor. Luego dice: Por consiguiente, la actitud más adecuada es depositar la confianza del corazón fuera de nosotros mismos: en la infinita misericordia de un Dios que ama sin límites y que lo ha dado todo en la Cruz de Jesucristo… Es la confianza la que nos lleva al Amor y así nos libera del temor; es la confianza la que nos ayuda a quitar la mirada de nosotros mismos; es la confianza la que nos permite poner en las manos de Dios lo que solo Él puede hacer.

Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo.

Jesús nos quiere libres de todo miedo, comenzando por el miedo a la muerte. Quiere que afrontemos la muerte como la afrontó Él: sabiendo que llegaba la hora de pasar de este mundo al Padre (Jn 13, 1). 

Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida.

El Camino, ya que nadie va al Padre sino por mí. La Verdad, ya que Él es la realidad fundamento de toda otra realidad. La Vida, ya que todo tiene en Él su consistencia (Col 1, 17).

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