16/12/2023 Sábado 2º de Adviento (Mt 17, 10-13)

¿Por qué dicen los letrados que primero tiene que venir Elías?

Es la pregunta de los tres discípulos que descienden con Jesús del monte de la Transfiguración. Los letrados conocían bien las Escrituras, pero se quedaban en la letra; y el espíritu de la letra no se halla en su literalidad. Elías, el gigante de la fe, el gran campeón de la causa del Dios de Israel, se enfrentó a la invasión de la idolatría. Por eso es un personaje de permanente actualidad ya que la tentación de idolatría acecha siempre al cristiano. La idolatría solapada instiga formas de culto que no son las del verdadero Dios, y sugiere realidades que, bajo apariencia de santidad, sustituyen a Dios. Por eso que el espíritu de Elías tiene que llegar al corazón del cristiano antes de la llegada de Jesús.

Elías tiene que venir a restaurarlo todo. Pero os aseguro que Elías ya vino y no lo reconocieron y lo trataron a su antojo. Otro tanto ha de sufrir el Hijo del Hombre.

Jesús identifica a Elías con Juan Bautista. Ambos unidos por la misma misión de renovar el corazón del pueblo. Ambos unidos por un mismo destino de persecución por parte de los poderosos; destino idéntico al de Jesús. Los judíos esperaban a Elías porque así lo anunciaban las Escrituras: Os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible: reconciliará a padres con hijos, a hijos con padres, y así no vendré yo a exterminar la tierra (Mal 3, 23-24). Pero los judíos no le reconocieron en el Bautista.

¿Quizá también nosotros sufrimos la misma miopía, no reconociendo los signos que acompañan la venida del Señor ya que esperamos que llegue de otra manera?

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