27/12/2025 San Juan, Evangelista (Jn 20, 1-8)
- Angel Santesteban

- hace 34 minutos
- 2 Min. de lectura
Salieron Pedro y el otro discípulo y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos.
Ayer celebrábamos a san Esteban, el primero en proclamar su fe con la sangre. Hoy celebramos a san Juan, el que proclama su fe con la palabra. El Evangelio de hoy conecta con el de Navidad, porque en Belén los pastores corren para ver algo de poco fundamento para creer: Encontraron a María y José y al niño acostado en el pesebre. Ahora, Pedro y Juan corren para ver algo igualmente sin fundamento: un sepulcro vacío. Y, sin embargo…
Entonces entró el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.
En Juan nos miramos los que creemos en Jesús: Vio y creyó. Su fe es ejemplar porque llena su vida de plenitud y busca comunicarlo a otros. Lo dice así: Esto ha sido escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre (Jn 20, 31). Lo dice también en su primera carta: Lo que vimos y oímos os lo anunciamos también a vosotros para que compartáis nuestra vida… Os escribimos esto para que se colme vuestra alegría (1 Jn 1, 1-4).
La fe de Juan es ejemplar porque le hace ser delicado con los lentos en creer: Se inclinó y vio los lienzos en el suelo, pero no entró. Esperó a que llegase Pedro.
La fe de Juan es ejemplar porque la relación con Jesús lo es todo para él. Relación que él resume en estas palabras: Es el Señor (Jn 21, 7). Relación que él explica así: Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en Él (1 Jn 4, 16).
Comentarios