11/11/2025 San Martín de Tours (Lc 17, 7-10)
- Angel Santesteban

- hace 3 días
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Cuando hayáis hecho cuanto os han mandado, decid: Somos siervos inútiles, solo hemos cumplido nuestro deber.
Después de lavar los pies a los discípulos, Jesús nos dice: Os he dado ejemplo para que hagáis lo mismo que yo he hecho (Jn 13, 15). Jesús trastoca por completo la relación entre señor y criado; se hace criado y nos hace señores. Sin embargo, hoy nos dice que mantengamos siempre la actitud de criados. Nos pide mantenernos humildes hasta sentirnos cómodos cuando ninguneados o arrinconados. Que tengamos claro que el servicio callado es el mejor distintivo del verdadero cristiano.
Santa Teresa escribe: Humildad es andar en verdad, que lo es muy grande no tener cosa buena de nosotros, sino la miseria y ser nada; y quien esto no entiende, anda en mentira. Quien anda en mentira no puede disfrutar de la Verdad, de la grandiosidad del amor de Dios: Yo te bendigo, Padre, porque ocultando estas cosas a los sabios y entendidos, se las diste a conocer a la gente sencilla (Lc 10, 21). Gente sencilla como la madre de Jesús: Proclama mi alma la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador, porque ha puesto los ojos en la pequeñez de su esclava (Lc 1, 46).
No es cosa sencilla para nadie ser humilde y disfrutar de la Verdad. Especialmente cuando educados en un cristianismo poco evangélico que desconoce la gratuidad y abunda en términos como castigo, premio, mérito, etc.
Una santa carmelita nos pide amar nuestra miseria porque Dios ejerce sobre ella su misericordia. Cuando la contemplación de esa miseria nos produzca tristeza y nos obligue a replegarnos sobre nosotros mismos, pensemos que todo eso es fruto del amor propio (Santa Isabel de la Trinidad).
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