Cuando ellos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto.
Ellos, los magos. Mateo vuelve a poner a José en el centro, como antes del nacimiento del niño. De nuevo contemplamos a José pasando noches de sufrimiento y oración; hasta tomar la dura decisión de emigrar a Egipto.
Para que se cumpliera lo dicho por el Señor por el profeta: De Egipto llamé a mi Hijo (Os 11, 1).
El Evangelista, para poner luz en los momentos difÃciles de la vida, recurre a las Escrituras. Como dice el Papa Benedicto, para el Evangelista, la historia de Israel comienza otra vez y de un modo nuevo con el retorno de Jesús de Egipto a la Tierra Santa. Jesús, el verdadero Hijo, ha ido Él mismo al exilio en un sentido muy profundo para traernos a todos desde la alienación hasta casa.
Herodes, al verse burlado por los magos, se enfureció mucho y mandó matar a todos los niños menores de dos años en Belén y sus alrededores.
La ambición de poder convierte a los hombres en monstruos. Son muchos los Herodes de la historia. Pero mirémonos a nosotros mismos. Porque nuestro EGO convierte fácilmente el corazón de carne en corazón de piedra. En este dÃa de los Santos Inocentes, preguntémonos cómo reaccionamos ante tantos dramas humanos de los que somos testigos.
Es Raquel que llora a sus hijos y no quiere consolarse, porque ya no existen.
De nuevo el Papa Benedicto: En nuestra época sigue siendo actual el grito de las madres a Dios, pero la resurrección de Jesús nos refuerza al mismo tiempo en la esperanza del verdadero consuelo.