top of page
Buscar

16/01/2019 Miércoles primero (Mc 1, 29-39)


Él se acercó a ella, la tomó de la mano y la levantó.

No es suficiente escuchar las palabras de Jesús; el buen contemplativo se fija también en sus gestos, en sus manos, en su mirada… De hecho, los Evangelios nos hablan mucho de sus manos: Jesús agarrando a Pedro que se hunde, Jesús imponiendo las manos, Jesús tocando a los leprosos…

La contemplación de este Jesús con la suegra de Pedro nos enseña la mejor manera de acercarnos al menesteroso. Él, primero, se acerca, luego entra en contacto con él, y acaba levantándolo. Contemplando a Jesús, quedo encantado de su cariño; quedo también maravillado de la libertad con que se mueve y actúa. Me gustaría ser como su sombra y que se me peguen ese cariño y esa libertad. A la suegra de Pedro se le fue la fiebre y se puso a servirles. Jesús espera que quienes hemos sido liberados de cualquier mal nos pongamos de inmediato al servicio de los demás.

Al atardecer, cuando se puso el sol, le llevaron toda clase de enfermos y endemoniados.

Jesús vino al mundo para anunciar y realizar la salvación de todo el hombre y de todos los hombres. Por eso muestra una predilección particular por quienes están heridos en el cuerpo y en el espíritu: los pobres, los pecadores, los endemoniados, los enfermos. Jesús salva, Jesús cura, Jesús sana (Papa Francisco).

Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, se levantó, salió y se dirigió a un lugar despoblado, donde estuvo orando.

Acompañamos sigilosamente a Jesús. Es algo que hace a diario no por rutina, sino por necesidad: antes del desayuno del cuerpo, el desayuno del espíritu. Sin un rato de intimidad con Él no comenzamos bien el nuevo día.


0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

17/05/2024 Viernes 7º de Pascua (Jn 21, 15-19)

Simón de Juan: ¿Me amas más que éstos? Escuchamos la pregunta de Jesús como dirigida a cada uno de nosotros. No percibimos en ella sombra de reproche. Al contrario, la vemos envuelta en un halo de car

16/05/2024 Jueves 7º de Pascua (Jn 17, 20-26)

No ruego solo por estos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Son las últimas palabras de Jesús antes de su pasión. Pide al Padre la unidad d

15/05/2024 San Isidro (Jn 17, 11b-19)

Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros. Jesús ora con la certeza de recibir lo que pide. Sabe que la voluntad del Padre es que no pierda nada de lo que

bottom of page