Los hermanos Cirilo y Metodio fueron los grandes misioneros del imperio bizantino del siglo IX. Idearon el alfabeto llamado cirÃlico para poder traducir la Biblia y los textos litúrgicos a las lenguas de los pueblos eslavos. También ellos son patronos de Europa.
La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envÃa obreros a su mies.
Jesús nos ha dicho, por ejemplo con la parábola del sembrador, que la labor de sus enviados consiste en sembrar. Ahora nos sorprende diciendo que nuestra labor consiste en cosechar. Asà que los enviados, los creyentes, hemos de vivir, por una parte sembrando en la esperanza de la gran realidad futura, y por otra parte cosechando en la fe la gloriosa realidad presente.
El Evangelio es algo realmente alucinante. El Señor lo comparó a un tesoro y a la perla más preciosa. Evangelizar o misionar no es otra cosa que irradiar la plenitud que emana del Evangelio. El creyente rebosante de Evangelio transmite luz y plenitud de vida; disfruta de una visión grandiosa y gloriosa de toda realidad pasada, presente y futura. Asà lo proclamaba Pablo: Todo fue creado por Él y para Él, Él existe con anterioridad a todo, y todo tiene en Él su consistencia… Dios tuvo a bien hacer residir en Él toda la plenitud y reconciliar por Él y para Él todas las cosas (Col 1, 15-20).
Id; mirad que os envÃo como corderos en medio de lobos.
San Juan Crisóstomo dice que mientras seamos corderos, vencemos. Si nos convertimos en lobos, seremos vencidos, porque entonces nos faltará la ayuda del Pastor, el cual apacienta corderos, no lobos. Y san Pablo: Cuando soy débil, entonces es cuando soy fuerte (2 Cor 12, 10).