top of page
Buscar

16/02/2020 Domingo 6 (Mt 5, 17-37)


Os digo que si vuestra justicia no supera a la de los letrados y fariseos, no entraréis en el reino de Dios.

Muchos piadosos judíos vivían obsesionados por cumplir escrupulosamente todos los mandamientos y normas religiosas. Así sucede también hoy entre algunos cristianos. ¿Quizá esa obsesión no sea otra cosa que un autoengaño que nos lleva a pensar que somos buenos cristianos, cuando en realidad estamos lejos de serlo porque olvidamos la voluntad de Dios con su mandamiento supremo del amor al prójimo? Deberíamos tener claro que es posible ser muy cumplidores y buena gente, y vivir alejados de la voluntad de Dios. Tenemos que aprender a cumplir la ley y vivir lo religioso como lo hacía Jesús: sin agobios, sin escrúpulos. Si entendemos y vivimos bien lo cristiano estamos en camino hacia la libertad interior; si no entendemos y vivimos bien lo cristiano estamos en camino hacia trastornos neuróticos.

Si al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda.

Si nos aplicamos literalmente estas palabras de Jesús, probablemente algunos de nosotros tendríamos que abandonar esta iglesia ahora mismo. Pero no es necesario. Y no es necesario porque es suficiente con querer perdonar ahora, en este momento. Y, como prueba del perdón, pedir al Señor en esta Eucaristía que bendiga a esas personas con las que no nos entendemos.

Siempre que rezamos el Padrenuestro hemos de poner especial énfasis en aquello de perdónanos como nosotros perdonamos. El perdón es la mejor receta para una vida sana personal, familiar y social. Un famoso pensador escribe: ¿Quieres ser feliz un momento? Véngate. ¿Quieres ser feliz siempre? Perdona. De acuerdo que hay perdones que parecen imposibles. Parecen imposibles pero no lo son, porque nada hay imposible para Dios. Para un creyente, la contemplación del crucificado perdonando a quienes le han clavado en la cruz debe conducirle al perdón. Un perdón cuyo primer paso es orar por quienes tanto daño nos han hecho.


0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

04/05/2024 Sábado 5º de Pascua (Jn 15, 18-21)

Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros. Hasta hace poco, las normas de la vida social en los viejos países de cristiandad eran dictadas por la institución eclesial. Quie

03/05/2024 Santos Felipe y Santiago, apóstoles (Jn 14, 6-14)

Jesús, que lo tiene tan claro, intenta tranquilizar a los discípulos diciéndoles que no tienen nada que temer, y que todo está bien, y que todo estará muy bien. Que sí, que se va, pero que volverá par

02/05/2024 San Atanasio (Jn 15, 9-11)

Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Jesús nos pide permanecer en el amor. Es cierto que, también quien vive ajeno a esta realidad, permanece en su amor, com

bottom of page