top of page
Buscar

21/03/2025 Viernes 2º de Cuaresma (Mt 21, 33-43; 45-46)

Un hacendado plantó una viña, la rodeó con una tapia, cavó un lagar y construyó una torre; después la arrendó a unos viñadores y se marchó.

Cuando los sumos sacerdotes y los fariseos oyeron sus parábolas, comprendieron que iba por ellos. Y no se lo perdonan: Intentaron arrestarlo, pero tuvieron miedo de la gente que lo tenía por profeta.

Contemplando a estos sumos sacerdotes y fariseos vemos lo fácil que resulta a todo ser humano vivir engañado, convencido de llevar una vida ejemplar, cuando está lejos de serlo. No apreciamos mala voluntad en estos hombres. Lo que sí apreciamos es una miopía absoluta. Llegan a pensar y actuar como dueños de la viña, lejos de aquello de: Apacentad el rebaño de Dios que os han confiado, cuidando de él no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere…, no como tiranos, sino como modelos del rebaño (1 P 5, 2-3).

Pero pongamos los ojos en el dueño de la viña. Antes de plantar su viña, antes de la creación del mundo, Dios concibió un grandioso plan de salvación: Se propuso de antemano, para realizarlo en la plenitud de los tiempos, hacer que todo tenga a Cristo por cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra (Ef 1, 9-10). Jesús es la piedra angular de ese grandioso plan de salvación. Así lo reveló Dios a los profetas: Una piedra elegida, angular, preciosa y fundamental. Quien tuviere fe en ella no vacilará (Is 28, 16). Hay quienes tropiezan en esa piedra, pero ¿han tropezado para quedar caídos? ¡De ningún modo! Sino que su tropiezo ha traído la salvación de los gentiles, para llenarlos de celos (Rm 11, 11).

 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


© 2019 Carmelitas Descalzos de la Provincia de San Joaquín de Navarra

  • Facebook Black Round
bottom of page