top of page

22/05/2020 Viernes 6º de Pascua (Jn 16, 20-23a)

  • Foto del escritor: Angel Santesteban
    Angel Santesteban
  • 21 may 2020
  • 2 Min. de lectura

La mujer, cuando va a dar a luz, está triste, porque le ha llegado su hora; pero cuando ha dado a luz al niño, ya no se acuerda del aprieto por el gozo de que ha nacido un hombre en el mundo.

Ha dicho a los discípulos que les esperan días de tristeza, pero que esa tristeza se convertirá en gozo. Para ilustrar sus palabras recurre a la audaz imagen del parto. También san Pablo, que sabía mucho de dolores de parto, de tristezas y gozos, de impotencias y euforias, recurre a la misma imagen: Sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. Y no solo ella; también nosotros gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo. Pablo ansía verse libre de la esclavitud de la corrupción para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios (Rm 8). ¿Quién no se siente retratado en estas palabras?

Pablo vive a un tiempo los dolores y los gozos del parto. Los dolores, por ejemplo, cuando dice: ¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo que me lleva a la muerte? Los gozos cuando, a renglón seguido, exclama: ¡Gracias sean dadas a Dios por Jesucristo nuestro Señor! (Rm 7, 24-25). Mirarse a sí mismo es fuente de dolores; mirar al Señor es fuente de gozos.

Nuestros dolores y gozos de parto duran de por vida. Duran mientras duren la fe y la esperanza. Porque somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como Salvador al Señor Jesucristo, el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene de someter a sí todas las cosas (Flp 3, 20-21).

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
08/11/2025 Sábado 31 (Lc 16, 9-15)

Y yo os digo que con el dinero sucio os ganéis amigos, de modo que, cuando se acabe, os reciban en la morada eterna. A partir de la parábola de ayer del administrador astuto, Jesús nos invita a una sa

 
 
 
07/11/2025 Viernes 31 (Lc 16, 1-8)

El amo alabó al administrador deshonesto por la astucia con que había actuado. La parábola ilustra bien aquello de ser prudentes como serpientes y sencillos como palomas (Mt 10, 16). O también aquello

 
 
 

Comentarios


© 2019 Carmelitas Descalzos de la Provincia de San Joaquín de Navarra

  • Facebook Black Round
bottom of page