23/07/2025 Santa Brígida (Jn 15, 1-8)
- Angel Santesteban
- hace 16 horas
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Santa Brígida de Suecia (1303-1373) fue madre de ocho hijos. Al enviudar fundó la Orden del Santísimo Salvador (las Brígidas) y se retiró a un monasterio. En 1999 el Papa Juan Pablo II la proclamó copatrona de Europa junto a Catalina de Siena y Edith Stein.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
Llega un momento, a lo largo del itinerario cristiano, en que estas palabras de Jesús adquieren todo su sentido. Antes de ese momento, en años jóvenes, creemos que sí, que podemos hacer cosas; claro que, si necesario, recurriremos al Señor en busca de ayuda. Pero a partir de ese momento, clave en la relación con Jesús, se nos llena el corazón de agradecimiento y alabanza repitiendo: Sin mí no podéis hacer nada.
Santa Teresita asimiló pronto estas palabras de Jesús: Lo que agrada a Jesús es verme amar mi pequeñez y mi pobreza, es la esperanza ciega que tengo en su misericordia… ¡Yo no tengo obras! Así que no podrá pagarme según mis obras. Pues bien, me pagará según las suyas.
Sin mí no podéis hacer nada.
Podremos sufrir experiencias penosas de ausencia, pero Él está siempre al lado. En ocasiones viviremos sumergidos en una conciencia profunda de debilidad y de impotencia, convencidos de ser higueras estériles. Pero Él está ahí, trabajándonos y echando el abono necesario.
Sin Jesús no podemos hacer nada, como los sarmientos sin la vid. Y Él sin nosotros parece que no puede hacer nada, porque el fruto lo da el sarmiento, no la vid. En esta intimidad del permanecer que es fecunda, el Padre y Jesús permanecen en mí y yo permanezco en ellos (Papa Francisco).
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