top of page
Buscar

24/09/2024 Martes 25 (Lc 8, 19-21)

Se le presentaron su madre y sus hermanos, pero no podían llegar hasta él a causa de la gente.

Lucas, cosa habitual en él, se muestra más comprensivo  con los familiares de Jesús que los otros evangelistas. Los presenta intentando acercarse a Jesús; no lo hacen a causa de la gente. Marcos es más severo: Llegan su madre y sus hermanos y, quedándose fuera, le envían a llamar (3, 31). No se esfuerzan en acercarse; al contrario, piden que Jesús se acerque a ellos.

Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la cumplen.

Palabras semejantes a las pronunciadas por Jesús como respuesta al piropo de una mujer hacia su madre: Dichosos más bien los que oyen la palabra de Dios y la guardan (11, 28).

La Palabra de Dios produce fe. Así que quien escucha la Palabra de Dios entra a formar parte de la nueva familia de Jesús. Son lazos distintos a los de la sangre. Se adquiere una visión nueva de la vida y de la historia. Se dan planteamientos y conversaciones más profundos que los de las relaciones de sangre o de cultura. Como dice el papa Benedicto, la escucha de la Palabra crea comunidad: La Palabra de Dios se nos da precisamente para construir comunión, para unirnos en la Verdad en nuestro camino hacia Dios. Es una Palabra que se dirige personalmente a cada uno, pero también es una Palabra que construye comunidad (VD 86).

Quien mejor escucha la Palabra y quien mejor sintoniza con el corazón de Jesús es su madre, madre de los creyentes, madre de los que escuchan. De ahí que sea capaz de aguantar con entereza la coacción a la que es sometida por sus parientes.

0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

25/11/2024 Lunes 34 (Lc 21, 1-4)

Sabed que esa pobre viuda ha echado más que nadie. Pasa desapercibida. Por ser mujer, por ser mayor, por ser viuda, por ser pobre. Es una...

Comentarios


bottom of page