26/05/2025 San Felipe Neri (Jn 15, 26 - 16, 4)
- Angel Santesteban
- 25 may
- 2 Min. de lectura
Os he dicho esto para que no os escandalicéis… Llegará la hora en que todo el que os mate piense que da culto a Dios.
Continuamos contemplando la escena de la última cena, y continuamos escuchando a Jesús que habla a los discípulos: a los de entonces y a los de ahora. Trata de prepararles, de prepararnos, para las tremendas pruebas que jalonan el camino del seguimiento. Solamente cuando el discípulo asume esas pruebas podrá dar el testimonio que se le pide:
Cuando venga el Valedor, el Espíritu de la Verdad que yo os enviaré de parte del Padre, Él dará testimonio de mí. Y también vosotros daréis testimonio, porque habéis estado conmigo desde el principio.
Es el Espíritu quien pilota la barquilla de la historia personal de cada uno, así como la barquilla de la historia del mundo. Es experto en pilotar barquillas en medio de tormentas. Así lo hizo con Jesús y así lo hace con quienes le seguimos. Sin experiencia de tormentas no es posible dar testimonio. El testimonio lo podremos dar con la palabra, pero lo daremos, sobre todo, con actitudes de vida empapadas de perdón, de humildad, de solidaridad. Es decir, comportándonos como Él: Os he dado ejemplo para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros (Jn 13, 15).
El cristiano debe ser consciente de que a veces este testimonio provoca ataques, provoca persecuciones: son las pequeñas persecuciones, como las de las habladurías y de las críticas, pero también las persecuciones de las que la historia de la Iglesia está llena; es decir, las que conducen a los cristianos a la cárcel o incluso a dar la vida (Papa Francisco).
Comentarios