Se le acercaron los discípulos y le preguntaron: ¿Por qué les hablas contando parábolas?
En el fondo, comenta el Papa Francisco, la verdadera Parábola de Dios es Jesús mismo, su Persona que, en el signo de la humanidad, oculta y al mismo tiempo revela la divinidad.
Él les respondió: Porque a vosotros se os concede conocer los secretos del reinado de Dios, pero a ellos no se les concede.
A vosotros sí, a ellos no. La incredulidad es la nota dominante en nuestra sociedad. Aunque suene paradójico, la incredulidad abunda también entre personas piadosas. Se ocupan en muchas devociones y ejercicios de piedad, pero van por la vida con el aire triste de un funeral más que con el aire alegre de una fiesta. Son personas santas pero, como dice la madre de Jesús en Caná, no tienen vino. No hacen suyas las palabras de Jesús: Dichosos vuestros ojos que ven y vuestros oídos que oyen. Más bien se les podría aplicar la segunda parte de la frase: Al que tiene le darán y le sobrará; al que no tiene le quitarán aun lo que tiene.
Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden.
Jesús cita a Isaías: Oír, oiréis, pero no entenderéis; mirar, miraréis, pero no veréis. No sea que con su corazón entiendan y se conviertan y yo los sane (Is 6, 9-10). Son palabras enigmáticas. Ante palabras como éstas, no nos devanemos los sesos. Llegará el momento en que todo quedará claro. A nosotros se nos ha dado oír y entender. Lo nuestro, por ahora, consiste en ser agradecidos por lo recibido y acoger gozosos las últimas palabras del Evangelio de hoy: Dichosos vuestros ojos porque ven, y vuestros oídos porque oyen.
"Porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender".
Hoy, Señor, te quiero dar gracias por mis ojos y mis oídos, porque te miro y te veo, y te escucho y te oigo. Te doy gracias porque siento cómo me amas, con inmenso amor, infinito, incondicional y gratuito, porque tú lo haces todo, yo sólo acudo a Ti y me dejo limpiar las cataratas de mis ojos y sanar la sordera de mis oídos. Te doy gracias también por compartir conmigo los secretos del Reino y te pido que hagas extensivo tu Reino al resto de la humanidad que todavía no te ve ni te oye ni te entiende y que busca en otros dioses donde no encuentran ni…