Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo.
Lázaro ha muerto. Las dos hermanas, Marta y María, están contrariadas con Jesús: no ha respondido con rapidez a su llamada de socorro. Cuando se encuentran con Él, las dos se le quejan con idénticas palabras: Si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto.
Marta cree en Jesús, pero ante el sepulcro de su hermano, la fe se le resquebraja: Señor, ya hiede, pues lleva cuatro días muerto. A pesar de todo hace una rotunda confesión de fe: Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo. En situaciones extremas, las dudas nos pueden asaltar a todos. Podríamos recriminar al Señor y cuestionar su poder y, al mismo tiempo, sorprendernos ante un acto de fe que brota de no sabemos dónde.
María habla y se mueve menos que su hermana. Lo suyo es sentarse a los pies de Jesús para escucharle (Lc 10, 39). Hay una intensa y cálida sintonía entre ella y Jesús. De hecho, Jesús se conmovió interiormente al ver las lágrimas de María.
Lázaro es el más deslucido de los tres hermanos. Nunca hace nada, nunca dice nada. ¿Sufriría alguna discapacidad? A pesar de todo, Lázaro es la única persona que provoca las lágrimas de Jesús: Mirad cómo le quería, comentan los judíos.
Lo más grande en la vida de los tres hermanos es que Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro (Jn 11, 5). Esto es lo más grande en la vida de todos nosotros. Esta es la realidad que minimiza toda otra realidad; la verdad que minimiza toda otra verdad.
"SI HUBIERAS ESTADO AQUÍ SEÑOR"
Cuántas veces me pregunto los porqués del dolor, del sufrimiento y de la muerte, sobre todo cuando afecta a niños. ¿Dónde estás Señor? ¿Cómo es posible que permitas tantas lágrimas?. Si hubieras estado aquí Lázaro no habria muerto, dice Marta. Yo no puedo explicar tantos acontecimientos dolorosos en el mundo, y miro al cielo en busca de respuesta y mi único consuelo es Jesucristo: "Yo soy la resurrección y la vida". Jesús, en su humanidad, llora con nosotros porque nos AMA; ama a Lázaro, a Marta, a María, y a ti y a mí, y nos regala ESPERANZA, qué bonita palabra. Sigo sin explicaciones ni respuestas, pero he encontrado el SENTIDO. de la vida: JESUCRISTO