02/05/2025 San Atanasio (Jn 6, 1-15)
- Angel Santesteban
- 1 may
- 2 Min. de lectura
02/05/2025 San Atanasio (Jn 6, 1-15)
Alzando la vista y viendo el gentío que acudía a Él, Jesús dice a Felipe: ¿Dónde compraremos pan para que coman estos? Lo decía para ponerlo a prueba.
Alzando la vista y viendo el gentío. Es lo que todos debemos aprender; aprender a dirigir la mirada hacia los otros, sin tenerla permanentemente enfocada sobre uno mismo.
Lo decía para ponerlo a prueba. El relato de la multiplicación de los panes y los peces es una buena catequesis. El discípulo Felipe piensa que la solución es cuestión de dinero: Doscientos denarios de pan no bastarían para que a cada uno le tocase un pedazo. Jesús piensa que la solución no está en el dinero y el comprar, sino en el corazón y el compartir.
Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero, ¿qué es eso para tantos?
Como aquel muchacho, también nosotros disponemos de poca cosa. Pero nunca subestimemos lo que tenemos. Si puesto en manos de Jesús, será suficiente para saciar multitudes. Contemplando a este muchacho, el Papa Francisco comenta: ¿Por qué privar a una persona, sobre todo a un muchacho, de lo que ha traído de casa y tiene derecho a quedárselo para sí? ¿Por qué quitarle a uno lo que en cualquier caso no es suficiente para saciar a todos? Humanamente es ilógico. Pero no para Dios. De hecho, gracias a ese pequeño don gratuito y, por tanto, heroico, Jesús puede saciar a todos. Es una gran lección para nosotros. Nos dice que el Señor puede hacer mucho con lo poco que ponemos a su disposición.
La lógica de Jesús tiene poco que ver con la nuestra. Donde nosotros vemos desalentadores callejones sin salida, Él ve apertura de nuevos horizontes.
Comments