top of page

03/02/2022 Jueves cuarto (Mc 6, 7-13)

  • Foto del escritor: Angel Santesteban
    Angel Santesteban
  • 2 feb 2022
  • 2 Min. de lectura

Llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, confiriéndoles poder sobre los espíritus inmundos.

Si Jesús nos hubiese consultado, le habríamos dicho que aquellos doce discípulos no estaban todavía preparados para la misión. A Él sí le parece. Claro que está más interesado en los hechos que en las palabras; en el cómo de la misión, más que en el qué de la predicación. Quiere que lo que la gente capte entre más por los ojos que por los oídos. Les/nos quiere pobres de bienes. También, como dice el Evangelista Lucas, pobres de bienes: No saludéis a nadie en el camino (Lc 10, 4). Les/nos quiere siempre en camino, nunca instalados. Solo con lo imprescindible. Sin apegos a lugares o personas. Sin preocuparnos por la propia seguridad. Sin distinguirnos ni distanciarnos de la gente con títulos honoríficos o con indumentarias especiales.

Ni pan, ni alforja, ni dinero en la faja.

La proclamación del Reino debe hacerse desde una posición de pobreza, no de poder. Pensemos en las pobrezas más profundas. Como la poca ciencia en la cabeza o el poco amor en el corazón. O como una predicación centrada más en el hombre y sus obligaciones, que en Dios y su amor.

Tenemos que dejar de soñar en regresar a tiempos pasados de una Iglesia poderosa, aliada con el poder político y económico. El estilo de vida que Jesús propone es radical y provocador, tanto que hemos hecho lo imposible por amansarlo y adecuarlo a nuestros criterios. Así nos hemos instalado en un estilo de vida que se parece poco al que Él propone. Hemos aceptado como razonable el adquirir algo de poder y de seguridad y de crédito social.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


© 2019 Carmelitas Descalzos de la Provincia de San Joaquín de Navarra

  • Facebook Black Round
bottom of page