04/06/2025 Miércoles 7º de Pascua (Jn 17, 11b-19)
- Angel Santesteban
- hace 3 días
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Padre santo, guárdalos en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros.
Jesús quiere que sus seguidores seamos una comunidad de hermanos basada en el servicio. Naturalmente, una comunidad que vive en fraternidad y solidaridad encontrará hostilidad en ambientes dominados por las ambiciones del poder y del tener: El mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo, para que tengan en sí mismos mi alegría cumplida.
La vida del cristiano no debería estar ensombrecida por tristezas o temores; debería estar siempre iluminada por la alegría que brota de la confianza: Todo el que es hijo de Dios vence al mundo. Y esta es la victoria que venció al mundo: nuestra fe. ¿Quién vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Jn 5, 4-5)
No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno.
El Papa Francisco comenta: Que sea Él, desde su costado herido, signo de lo dura e injusta que se vuelve la realidad, quien nos impulse a no darle la espalda a la dura y difícil realidad de nuestros hermanos.
Santifícalos en la Verdad.
La Verdad. Verdad, Amor, Trinidad; son la misma cosa. Santifícalos, conságralos, sumérgelos, empápalos: en la Verdad, en el Amor, en la Trinidad. No en unas doctrinas, sí en las tres Personas.
Por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad.
Jesús se santifica presentándose ante el Padre, cumplida su misión, para ser uno con Él. Jesús se santifica presentándose ante los hombres, para ser uno con nosotros, revelando la verdad de Dios en su propia persona.
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