top of page
Buscar

05/05/2021 Miércoles 5º de Pascua (Jn 15, 1-8)

Los sarmientos que en mí no dan fruto, los arranca; los que dan fruto los poda, para que den más fruto.

¿En qué piensa Jesús cuando habla de dar más fruto? ¿Qué es lo que más espera de nosotros? Nos lo dice con toda claridad: Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando (15, 14). ¿Y qué nos manda? Este es el mandamiento mío: Que os améis los unos a los otros como yo os he amado (15, 12).

Dar frutos no consiste en tener éxito en lo emprendido, ni en tener sentimientos gratos. No conviene dar demasiada importancia a lo que sentimos. El amor de Jesús no tuvo nada de placentero cuando moría por nosotros en la cruz. A Santa Teresita le costó comprender el significado de la caridad. Cuando lo entendió, dejó escrito: Ahora comprendo que la caridad perfecta consiste en soportar los defectos de los demás, en no extrañarse de sus debilidades, en edificarse de los más pequeños actos de virtud que les veamos practicar.

Los que dan fruto los poda, para que den más fruto.

Durante las primeras etapas del seguimiento el cristiano puede dedicar mucho esfuerzo a la poda; con penitencias y mortificaciones trata de cortar los sarmientos improductivos de su vida. Pero con el paso de los días comprende que el experto en podas es el Señor; y, ocupándose menos de ejercicios ascéticos, se centra en vivir lo positivo y lo negativo del presente permaneciendo en el Señor.

El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto.

Permaneciendo en Él es como somos capaces de ofrecer servicio, de irradiar paz, de sanar heridas... Todo en la gratuidad, porque lo que recibimos gratis, lo damos gratis.

0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page