06/10/2025 Témporas de Acción de Gracias y Petición (Mt 7, 7-11)
- Angel Santesteban

- 5 oct
- 2 Min. de lectura
Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá.
Ayer nos hacíamos eco de la petición de los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. Hoy el mismo Señor nos invita a ser audaces en la petición; a pedirlo todo, como los niños, aunque no estemos seguros de obtenerlo.
Este día de témporas, día de acción de gracias y de petición, nos invita a hacer de la vida un permanente Magnificat. Es otra buena ocasión para cultivar una actitud permanente de gratitud, como nos pide san Pablo: En todo dad gracias (1 Tes 5, 18). Así debe ser, porque ni somos ni tenemos nada que no hayamos recibido. Dice Santa Teresa: La pobre alma, aunque quiera, no puede lo que querría, ni puede nada sin que se lo den. Y es harto boba en fatigarse. Porque, ¿qué podemos pagar los que no tenemos qué dar si no lo recibimos?
La vida se hace agradecimiento y alabanza cuando entendemos que todo es don recibido y que no somos capaces de merecer nada. Un niño pequeño no es capaz de hacer nada que le merezca una recompensa; tampoco esperan eso de él sus papás. Al niño le basta con ser lo que es, un hijo. Eso es suficiente para que ellos se entreguen sin reservas a él. Estamos tocando el corazón del Evangelio; es algo en lo que Jesús ha insistido tantísimo.
Como dice la oración de este día, demos gracias a Dios por todas sus maravillas, porque todo viene de Él; y pedimos que su luz nos haga descubrir que es Él y no nosotros quien está detrás de todo lo que somos y tenemos.
Comentarios