¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?
Los judíos, también los primeros cristianos, creían inminente la llegada del reino de Dios con el fin del mundo. Hoy los fariseos preguntan a Jesús que les diga exactamente cuándo sucederá. La respuesta de Jesús no debió satisfacer su curiosidad.
El reino de Dios no llegará aparatosamente, ni dirán: míralo aquí, míralo allí. Pues está en medio de vosotros.
Jesús tiene una visión muy particular sobre el fin del mundo. El fin del mundo, más que algo cósmico, es algo personal. El momento de mi muerte será para mí fin del mundo y comienzo de una nueva vida; parecido al día en que salí del vientre de mi madre y vi la luz de este mundo. Ése será el momento en que Él vendrá a buscarme porque ya me ha preparado un lugar junto a Él.
Entretanto, el reino de Dios ya está entre nosotros. Es Él, Jesús en persona. Si lo sé, sé que el reino de Dios se está realizando poco a poco, en silencio, hasta la llegada de la plenitud de los tiempos. Quizá ha sido el mismo Jesús, con la majestuosa parábola del Juicio Final, quien ha dado pie para pensar en la llegada del reino de Dios como un gran espectáculo. Pero, no.
El Papa Francisco comenta: El Señor nunca dice que el reino de Dios es un espectáculo. Es ciertamente una gran fiesta. El cielo será una fiesta, pero no un espectáculo. Nuestra debilidad humana prefiere el espectáculo. El reino de Dios es silencioso, crece dentro. Está escondido en esa santidad de todos los días. El reino de Dios no está lejos de nosotros. ¡Está cerca!
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