top of page
Buscar

12/07/2021 Lunes 15 (Mt 10, 34 - 11, 1)

No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz: no he venido a sembrar paz, sino espada.

Palabras sorprendentes de quien nos ha dicho: Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón. Y también: Amad a vuestros enemigos. Pero es que Jesús es piedra de tropiezo y signo de contradicción. Lo sabemos por experiencia quienes hemos hecho de Él el centro de nuestra vida, y hemos tenido que relativizar todo lo demás, tanto cosas como personas. Esto conduce a veces a situaciones y decisiones penosas: El que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí. Pero esto conduce, sobre todo, a lo que Jesús llama la vida en abundancia.

El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí.

Jesús es exigente y radical. No acepta medias tintas. La adhesión a Él está por encima de todo lazo humano; también los familiares. El auténtico amor no sabe de medidas o cálculos. Ama con toda el alma. Este amor, cuando centrado en Dios, nos capacita para amar todo y amar a todos en Él, y a Él en todos.

El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, solo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa.

De nuevo la insistencia de Jesús en lo pequeño y en los pequeños. Los judíos esperaban un Mesías aureolado de poder. Pero cuando llega Jesús toda estructura de poder se tambalea y se confabula contra Él: Si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, también vosotros os los debéis lavar unos a otros (Jn 13, 14).

0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page