top of page

13/04/2024 Sábado 2º de Pascua (Jn 6, 16-21)

  • Foto del escritor: Angel Santesteban
    Angel Santesteban
  • 12 abr 2024
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 13 abr 2024

Al atardecer los discípulos bajaron hasta el lago. Subieron a la barca y cruzaron el lago hacia Cafarnaún.

Bajan. Están defraudados, contrariados. Después del milagro de la multiplicación de los panes y los peces, la multitud ha intentado proclamarle rey, pero Jesús ha desaparecido. Bajan al lago y suben a la barca decididos a hacer la travesía ellos solos. Ha oscurecido. Como no podía ser de otra manera, durante la travesía sopla un viento recio y el lago se encrespa. ¡Es todo tan real! ¡Todo tan lleno de simbolismo!

Jesús no les abandona a su suerte: Cuando habían remado unos cinco o seis kilómetros, ven a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y se asustaron.

Es una escena fácil de reproducir con la imaginación. Nos resulta fácil, incluso, recorrer los estados de ánimo de los discípulos: cuando la gente le aclama, cuando Jesús se esconde, cuando bajan solos al lago ya oscurecido, cuando se enfrentan a la tormenta, cuando se asustan ante aquel fantasma que camina sobre las olas… Hasta la tranquilidad que sienten al escuchar aquel: Soy yo, no temáis.

La travesía es dura para todos. A todos nos cuesta dejar la idea del Jesús todopoderoso para aceptar la del Jesús humilde. El Papa Francisco comenta: El Evangelio de hoy nos recuerda que la fe en el Señor y en su palabra no nos abren un camino donde todo es fácil y tranquilo; no nos ahorran las tempestades de la vida. La fe nos da la seguridad de una presencia, la presencia de Jesús que nos impulsa a superar las tormentas existenciales, la certeza de una mano que nos aferra para ayudarnos a afrontar las dificultades, indicándonos el camino incluso cuando está oscuro.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


© 2019 Carmelitas Descalzos de la Provincia de San Joaquín de Navarra

  • Facebook Black Round
bottom of page