top of page
Buscar

14/09/2021 Exaltación de la Santa Cruz (Jn 3, 13-17)

Esta fiesta se viene celebrando desde el siglo IV. ¿Por qué hoy? Porque el 14 de septiembre del 335 fue consagrada la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, tras el descubrimiento de la cruz por Santa Elena.

Como Moisés en el desierto levantó la serpiente, así ha de ser levantado este Hombre, para que quien crea en Él tenga vida eterna.

Dijo san Pablo que todo tiene en Él su consistencia (Col 1, 7). Es como decir que todo tiene su fundamento y su explicación y su razón de ser en Él; especialmente cuando contemplado en la cruz. El Crucificado lo ilumina todo. Él es la manifestación suprema del amor: Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que quien crea en Él no perezca, sino tenga vida eterna. Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él.

No es sencillo, incluso para un buen creyente, creer sin reservas en este amor. Es que se trata de un amor que, como una luz intensa, nos deslumbra y hace que cerremos los ojos. Pero hay que empeñarse en mantenerlos abiertos. No quedaremos ciegos. Quedamos ciegos si los cerramos. Ante el Crucificado lloraremos lágrimas de pena pero, mejor aún, lloraremos lágrimas de alegría.

Tanto amó Dios al mundo. Aquí está lo más esencial de la fe cristiana. Este amor de Dios, manifestado de forma insuperable en el Crucificado, es el auténtico Big-Bang del universo, de toda la creación. Nosotros, seguidores de Jesús, no estamos llamados a condenar y vapulear al mundo; estamos llamados a comunicar e irradiar el amor de Dios a todo ser humano. Dios es Amor. Y Dios no sabe, ni quiere, ni puede hacer otra cosa sino amar.

0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page