top of page
Buscar

17/10/2021 Domingo 29 (Mc 10, 35-45)

Les preguntó: ¿Qué queréis de mí? Le respondieron: Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Jesús replicó: No sabéis lo que pedís.

Son Santiago y Juan, los dos hijos de Zebedeo. Han sido testigos de la transfiguración de Jesús en lo alto del monte, y han quedado impactados por lo que vieron, no tanto por lo que oyeron: Moisés y Elías comentaban la partida de Jesús que se iba a consumar en Jerusalén (Lc 9, 31).

Sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Son palabras que nos hacen evocar la imagen del Calvario: los crucificaron a Él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda (Lc 23, 33). Santiago y Juan no saben lo que piden. El día de la gloria del Señor llegará, pero será al final de los tiempos: cuando el Hijo del Hombre llegue con majestad, acompañado de todos sus ángeles (Mt 25, 31). Santiago y Juan no saben lo que piden. Ni se lo imaginan.

¿Sois capaces de beber la copa que yo he de beber o bautizaros con el bautismo que yo voy a recibir? Ellos le respondieron: Podemos.

Bautizarse significa sumergirse. Jesús va a ser sumergido en el sufrimiento. Santiago y Juan no están capacitados para entender. ¿Quién de nosotros lo está? ¿Quién puede entender y asumir la misteriosa relación entre muerte y vida, entre cruz y gloria, entre sacrificio y amor? Y esto, a pesar de que la naturaleza abunda en maravillosas transfiguraciones: semillas convertidas en plantas, o gusanos en mariposas.

Los otros diez se indignaron contra Santiago y Juan.

Todos reclaman poder y prestigio, no solamente Santiago y Juan. La ambición divide y enfrenta a los discípulos; dos por una parte y diez por otra. Jesús aprovecha la situación para decirles y decirnos: Quien quiera ser el primero que se haga esclavo de todos. Pues este Hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por todos.

0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comentários


bottom of page