top of page
Buscar

20/05/2021 Jueves 7º de Pascua (Jn 17, 20-26)

Yo en ellos y tú en mí, para que sean plenamente uno; para que el mundo conozca que tú me enviaste y los amaste como me amaste a mí.

La oración de Jesús brota de lo más hondo de su ser. Al principio todo gira en torno a la gloria: Padre, glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique a ti. La gloria consiste en la manifestación del amor. Por eso ahora, al final, todo gira en torno al amor y la unidad: amor y unidad en Dios Trinidad; amor y unidad en los discípulos, entre sí y con la Trinidad. Como los Tres son Uno en el Amor, así también nosotros somos uno en el mismo Amor: Ya somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que cuando aparezca, seremos semejantes a Él y lo veremos como Él es (1 Jn 3, 2).

Jesús insiste en la unidad, igual que insiste en el amor. Son sinónimos. Es su mandamiento. Todo lo demás pasa a segundo plano. La unidad hunde sus raíces no en la uniformidad, sino en el amor.

Les di a conocer tu nombre y se lo daré a conocer, para que el amor con que tú me amaste esté en ellos, y yo en ellos.

Son las últimas palabras de la oración de Jesús. Escuchándola y rumiándola, evocamos la introducción del Evangelista a la última cena: Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo (Jn 13, 1). Acabada su oración, Jesús se levanta de la mesa y se encamina con paso firme a Getsemaní para dar comienzo a la exhibición de ese amor llevado hasta el extremo en su pasión y muerte.

0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

コメント


bottom of page