top of page
Buscar

20/06/2022 Lunes 12 (Mt 7, 1-5)

Con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá.

Nos cuesta entender esta lógica; no digamos ponerla en práctica. Es cierto que, como aquellos viejos que querían apedrear a la mujer adúltera, también a nosotros la edad nos va enseñando a ser más comprensivos con los demás. Pero siempre podemos aprender un poco mejor la asignatura del no juzgar. Es una asignatura que se identifica con la humildad. Ir por la vida sentenciando y descalificando es un error que crea en nuestro interior una atmósfera de negatividad, y en nuestro exterior una infinidad de problemas en las relaciones. Ir así por la vida conduce al convencimiento de ser víctimas de un sistema injusto: los demás son nuestros verdugos.

A Teresa de Ávila le maravillaba la predilección del Señor por la humildad. Le maravillaba tanto que se puso a averiguarlo. El resultado fue éste: Una vez estaba yo considerando por qué razón era nuestro Señor tan amigo de esta virtud de la humildad, y púsoseme delante esto: que es porque Dios es suma Verdad, y la humildad es andar en verdad, que lo es muy grande no tener cosa buena de nosotros, sino la miseria y ser nada; y quien esto no entiende, anda en mentira.

Cuando juzgamos a otros, les estamos condenando. Estamos siendo necios porque nos ponemos en el lugar de Dios. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en el tuyo? Jesús nos invita a mirar como mira Él. A no caer en la insensatez de creernos mejores que nadie. A ser misericordiosos como el Padre del cielo es misericordioso.

0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Kommentare


bottom of page