top of page
Buscar

28/05/2021 Viernes 8 (Mc 11, 11-25)

Al ver de lejos una higuera frondosa, se acercó para ver si encontraba algo; pero no encontró más que hojas, pues no era tiempo de higos.

Higuera frondosa pero sin higos; representa al pueblo de la Antigua Alianza. Por una parte, frondosa: con aquel suntuoso templo y aquellas solemnes liturgias… Por otra parte, sin higos: con una religiosidad que no goza del favor de Dios: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí; el culto que me dan es inútil, pues la doctrina que enseñan son preceptos humanos (Mc 7, 6-7).

En verdad, todos estamos representados en la higuera frondosa y estéril. Nunca parece ser tiempo de higos. Claro que, en nuestro caso, el final de la historia es distinto. Porque sabemos que nunca vamos a ser maldecidos. Porque sabemos que siempre se nos va a dar otra oportunidad: Señor, déjala todavía este año. Cavaré alrededor y la abonaré, a ver si da fruto. Si no, la cortas el año que viene (Lc 13, 8-9). Pero nunca la corta. Siempre acabamos rendidos ante su insistencia. Siempre acabamos seducidos, como la samaritana.

Entrando en el templo, se puso a echar a los que vendían y compraban en el templo.

Compradores y vendedores están bien instalados. Pagan un canon a los sacerdotes y se transmiten el negocio de padres a hijos. No es posible deshacerse de los mercaderes por las buenas. El manso y humilde de corazón recurre a la violencia. Y en eso sigue: Ha suscitado una fuerza salvadora que nos salva de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian. Así, libres de nuestros enemigos podemos servirle en santidad y justicia en su presencia todos nuestros días (Lc 1, 68-75).

0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page